Este mes de septiembre 2020 además de encontrarnos con nuestros amigos de 'Orca Sound Project', una organización centrada en abordar la crisis mundial de residus plásticos, transformándolos en materiales de construcción circulables utilizables, tuvimos el gusto de participar en dos inspiradoras iniciativas para limpiar la isla: el 'World Cleanup Day' y el 'Plogging Tour'.
El 'World Cleanup Day' empezó en Estonio en el 2008 cuando 50,000 personas se reunieron para limpiar el país entero en sólo 5 horas. Doce años después, en el 2020, son más de 21 millones de personas las que se reúnen a limpiar caminos, calles, bosques y playas a lo largo de más de 180 países un día al año. En Ibiza, el pasado 19 de septiembre nos reunimos cerca de 150 voluntarios para limpiar nuestra querida isla.
El 'Plogging Tour' es una iniciativa pionera que promueve el deporte al aire libre mientras se recoge basura en el camino. La idea que nació en Estocolmo en el 2017, hoy se ha extendido por más de 100 países y cada día mas de 25.000 personas se dedican a recoger basura mientras practican deporte en eventos puntuales como el del pasado 27 de septiembre en Ibiza.
Después de cada una de las jornadas de limpieza el sentimiento que quedaba era uno agridulce. La sensación de encontrar tanta basura en entornos naturales que recorremos día a día es descorazonadora. En datos de greenpeace: hoy en día solo el 9% de todo el plástico que hemos producido y consumido hasta la actualidad a nivel mundial se ha reciclado, el 12% se ha incinerado, y la gran mayoría, el 79%, ha terminado en vertederos o en el medio ambiente. Una vez en el medio ambiente, tarda desde décadas hasta cientos de años en descomponerse, sin embargo sí se divide en partículas cada vez más pequeñas llamadas microplásticos que al día de hoy han entrado en nuestra cadena alimenticia. U estudio realizado por el Foro Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés) en conjunto con la universidad de Newcastle, Australia, indica que en promedio una persona puede ingerir, a través del agia, del aire y los alimentos, y dependiendo de los hábitos e consumo, unos cinco gramos de plástico semanalmente.Una cantidad que equivale a comerse una tarjeta de crédito.
Por otro lado, en las tres iniciativas encontramos una energía inspiradora, darnos cuenta de cómo una idea puede movilizar a tantas personas con ganas de vivir en un mundo mejor y unirse con una meta en común: limpiar el planeta y darle una segunda vida a la basura, devuelve la esperanza.
Solo esperamos que eventos e ideas como estas sean la semilla para que en nuestro día a día tengamos más conciencia a la hora de consumir, y nos preguntemos realmente ¿Dónde van nuestros residuos?