Extinction Rebellion Ibiza. Foto de ©Juan Sabatino
¿Qué pasaría si pensáramos que tenemos el poder para cambiar tendencias globales desde lo local? ¿Y si pensáramos que a través de cambios individuales podemos lograr cambios colectivos?
Desde luego el mundo sería diferente. Pensar global para ser conscientes del estado de salud del planeta, la situación actual en diferentes partes del mundo, ganar conciencia y sensibilidad. Y luego actuar local porque es la única manera de empezar: con nuestros hábitos y decisiones individuales y apoyando a las personas a nuestro alrededor: los negocios locales, los productos KM0, entre otras soluciones. Sólo así se producirían los esfuerzos bases o de raíz que son un conjunto de acciones locales y voluntarias de personas protegen el entorno en el que habitan, todo a través de acciones pequeñas e individuales dentro de pequeñas comunidades.
La pregunta es: si como individuos queremos cambiar y actuar por la preservación del medio ambiente, ¿qué pasa cuando son las grandes empresas las que siguen produciendo residuos, embalajes de plástico, talando y quemando bosques y selvas, quemando combustibles fósiles, contaminando enormes cantidades de agua, entre otras cosas y son los gobiernos los que lo siguen permitiendo como una actividad “legal”?
Qué y cómo consumimos es un voto a las empresas a las que “apoyamos”. La modificación de nuestros hábitos es clave y en el día a día hace la diferencia: reciclar, modificar nuestra dieta, cambiar a un transporte menos contaminante, etc. Pero no debemos olvidar que también tenemos una voz y esa voz también puede expresar la inconformidad que sentimos ante entidades aún más grandes que producen un daño mucho más perjudicial a nuestro planeta del que nosotros jamás pudiéramos cometer y que por ello mismo, con el cese o el cambio de su actividad pueden remediar en gran medida todo el daño que han hecho durante todos estos años.
No debemos dejar de plantearnos que un cambio de sistema a uno que tenga como prioridad la conservación del medio ambiente y los recursos naturales es fundamental para nuestro futuro como planeta. Y así mismo no olvidar que nosotros formamos también parte del sistema en el que vivimos, con lo cual todas nuestras acciones por pequeñas que sean pueden hacer la diferencia cuando son multiplicadas por un mayor número de personas actuando igual.